La aparición de los habituales billetes de papel, estuvo precedida por una larga historia de formación de las relaciones monetarias. Los primeros "billetes", pueden considerarse pieles valiosas de animales raros o pepitas de oro, con los cuales se compraban cualquier tipo de mercancía. Este dinero en sí mismo, tenía su respectivo valor, ya que era realmente valioso. Pero, con el desarrollo de las relaciones entre las mercancías y el dinero, tales "billetes", como medio de cambio, ya no eran suficientes físicamente. Como resultado, la humanidad comenzó a emitir monedas y billetes, que eran sustitutos del valor, ya que prácticamente no tenían valor confirmado en sí mismos.
La emisión de ese dinero en diferentes países, requirió la introducción de tipos de cambio comparativos. Numerosos intentos de crear un sistema de acuerdos internacionales, que se adaptaran a todos los cambios, llevaron al surgimiento del patrón en “oro”.
Estándar en oro.
El estándar en oro, apareció a principios del siglo XIX y duró poco más de 100 años. El principio fundamental de este sistema, era dotar a cada unidad monetaria de una determinada cantidad de oro. Como resultado, el dinero adquirió valor y por lo tanto, podría intercambiarse en función del "contenido" cuantitativo del metal precioso en dicha pieza. La causa del debilitamiento gradual de este sistema, del patrón en oro, fue que no todos los estados podían o estaban dispuestos a recomprar su moneda, dando oro a cambio...
Esta situación solo podría ser salvada por ciertos organismos, que regulan las operaciones de cambio de las divisas. El primero de ellos, fue el Banco de Pagos Internacionales, que abrió en 1930 en Suiza. Con el tiempo, los principales financieros del mundo, comenzaron a considerar la posibilidad de crear un sistema global de cambio de divisas, lo que resultó el surgimiento del acuerdo de Bretton Woods, que lamentablemente, tampoco se convirtió en una panacea. Pero entonces; ¿Cómo se desarrolló la situación en el futuro? Veamos los principales hitos en el desarrollo del orden financiero mundial moderno.
1944
Este año, es el que debe considerarse el comienzo de la formación del sistema financiero global, en la forma en que existe hasta el día de hoy. Todas sus reglas y postulados fueron anunciados en la conferencia de Bretton Woods, en la que dos gigantes de la economía mundial, los Estados Unidos y Gran Bretaña, lograron “llegar a un acuerdo”. Los lideres de las delegaciones de estos países, Harry Dexter White (EE.UU.) y John Maynard Keynes (Inglaterra), se convirtieron en los fundadores del nuevo orden establecido para todo el mundo civilizado.
El principal organismo regulador fue el Fondo Monetario Internacional (FMI), cuyos fondos, recaudados por los miembros de esta organización, se suponía que desempeñarían el papel de una reserva de estabilización, que podría utilizarse en forma de préstamo a países con una economía atrasada. Esta conferencia, también anunció los nombres de las monedas de las reservas mundiales: es obvio que fueron el dólar estadounidense y la libra esterlina. Finalmente, el dólar se respaldó en oro, lo que posteriormente permitió crear paridades sin cambios para otras monedas nacionales.
Los delegados de la conferencia de Bretton Woods, acordaron que el objetivo del trabajo futuro sería convertir todas las monedas del mundo en monedas convertibles (que tengan la capacidad de cambiarse por otras al tipo de cambio apropiado). Esto, a su vez, obligó a los estados a asumir la formación y almacenamiento de reservas internacionales que pudieran ayudar en la implementación de intervenciones en los mercados de divisas.
1947
La América de posguerra, temiendo el fortalecimiento del comunismo en el destruido continente europeo, del lado de los países victoriosos, decidió contribuir al rápido desarrollo de la economía europea. Al mismo tiempo, el objetivo principal fue la recuperación financiera, que permitiría la formación y el mantenimiento del potencial militar de toda Europa. Los Estados Unidos comenzaron a inflar a los estados europeos con dólares, elevando el volumen de pasivos en dólares en estos países, a $10.1 mil millones en 10 años.
1964
El sistema de Bretton Woods fracasó por primera vez: creció el número de monedas convertibles y en 1964 se le unió el yen japonés. Paulatinamente, los Estados Unidos dejaron de controlar el precio estable de la onza de oro, lo que provocó un aumento de la inflación de la moneda nacional. La situación se vio agravada aún más por el gobierno estadounidense, encabezado en aquellos tiempos por el presidente Kennedy, que en muy poco tiempo dio varios pasos erróneos a la vez: la introducción de un impuesto sobre el diferencial del interés, que aumentó los costos generales de los prestatarios extranjeros, así como programas de restricción voluntaria de préstamos, emitidos por contrapartes extranjeros. La consecuencia de todo esto fue la aparición del mercado del euro-dólar.
1967
Se empezó a hablar abiertamente del colapso del sistema de Bretton Woods con su garantía de estabilidad, al devaluarse una de las dos monedas de reserva, la libra esterlina. Esto también se reflejó en la economía estadounidense: las deudas externas comenzaron a aumentar rápidamente en volumen y la balanza de los pagos mostró un déficit, lo que naturalmente condujo al derretimiento de las reservas de oro de los EE.UU., de 18 a 11 mil millones de dólares.
1970
La crisis, ya global, se ve agravada por el hecho, de que los estadounidenses decidieron colapsar el nivel de las tasas de interés, atrayendo así a los prestatarios europeos. Todo esto condujo a una salida masiva de capitales hacia Europa.
1971
Este año fue rico en eventos, que prácticamente enterraron al sistema de Bretton Woods. En mayo de este año, Holanda y Alemania enviaron sus monedas a flotar libremente y en agosto, el presidente estadounidense, Richard Nixon, prohibió la conversión de dólares a oro. El último mes del año, estuvo marcado por una reunión en Washington, DC, donde los principales financieros del mundo, todavía trataban de encontrar una solución para salvar al sistema de Bretton Woods.
Todo lo que se les ocurrió a los participantes de la reunión fue aumentar el tamaño de las desviaciones de las tasas de cambio de las paridades. Pero incluso un increíble 4,5%, para esos tiempos no salvó la situación. Un intento del Bundesbank alemán, de intervenir, arrojando 5 mil millones de dólares (una suma enorme en 1971) al mercado no ayudó a resolver la situación. Otros acontecimientos indicaron una pérdida total de control: las bolsas de divisas europeas y japonesas cerraron, el dólar se devaluó en un 10%. Ante esto, los países desarrollados no tuvieron más remedio que dejar que sus monedas flotaran libremente, es decir, ignorar las paridades establecidas.
1973-1974
La clausura oficial del sistema de Bretton Woods, condujo a la abolición del impuesto diferencial al porciento diferencial y la eliminación del programa de restricción de créditos de los EE.UU. Esto abrió oportunidades atractivas para los traderes, muchos de los cuales pudieron ganar mucho dinero con la especulación en monedas, que no estaban respaldadas por las intervenciones de los bancos centrales. Los especuladores tuvieron poco tiempo, porque cuando las tasas fijas dejaron de existir, se hizo imposible extraer ganancias tan fabulosas. Además, muchos se entusiasmaron tanto, que sufrieron graves pérdidas. Sobre todo, los grandes bancos estadounidenses Franklin National y Bankhouse Herstadt no tuvieron suerte: quebraron por completo.
1976
A partir de este año, los miembros del FMI, finalmente recibieron el Sistema Monetario Mundial, la cual liberó al mundo financiero de los problemas que existían en ese momento. Sus cimientos se sentaron en la Conferencia de Jamaica, que tuvo lugar en Kingston. Esta vez, se aprobaron tipos de cambios flotantes que estaban administrados y el oro dejó de ser un medio para cubrir los déficits en los pagos internacionales. Las monedas nacionales podían actuar como medios de pago y los bancos comerciales comenzaron a controlar la realización de transacciones de divisas.
La aparición de los habituales billetes de papel, estuvo precedida por una larga historia de formación de las relaciones monetarias. Los primeros "billetes", pueden considerarse pieles valiosas de animales raros o pepitas de oro, con los cuales se compraban cualquier tipo de mercancía. Este dinero en sí mismo, tenía su respectivo valor, ya que era realmente valioso. Pero, con el desarrollo de las relaciones entre las mercancías y el dinero, tales "billetes", como medio de cambio, ya no eran suficientes físicamente. Como resultado, la humanidad comenzó a emitir monedas y billetes, que eran sustitutos del valor, ya que prácticamente no tenían valor confirmado en sí mismos.
La emisión de ese dinero en diferentes países, requirió la introducción de tipos de cambio comparativos. Numerosos intentos de crear un sistema de acuerdos internacionales, que se adaptaran a todos los cambios, llevaron al surgimiento del patrón en “oro”.
Estándar en oro.
El estándar en oro, apareció a principios del siglo XIX y duró poco más de 100 años. El principio fundamental de este sistema, era dotar a cada unidad monetaria de una determinada cantidad de oro. Como resultado, el dinero adquirió valor y por lo tanto, podría intercambiarse en función del "contenido" cuantitativo del metal precioso en dicha pieza. La causa del debilitamiento gradual de este sistema, del patrón en oro, fue que no todos los estados podían o estaban dispuestos a recomprar su moneda, dando oro a cambio...
Esta situación solo podría ser salvada por ciertos organismos, que regulan las operaciones de cambio de las divisas. El primero de ellos, fue el Banco de Pagos Internacionales, que abrió en 1930 en Suiza. Con el tiempo, los principales financieros del mundo, comenzaron a considerar la posibilidad de crear un sistema global de cambio de divisas, lo que resultó el surgimiento del acuerdo de Bretton Woods, que lamentablemente, tampoco se convirtió en una panacea. Pero entonces; ¿Cómo se desarrolló la situación en el futuro? Veamos los principales hitos en el desarrollo del orden financiero mundial moderno.
1944
Este año, es el que debe considerarse el comienzo de la formación del sistema financiero global, en la forma en que existe hasta el día de hoy. Todas sus reglas y postulados fueron anunciados en la conferencia de Bretton Woods, en la que dos gigantes de la economía mundial, los Estados Unidos y Gran Bretaña, lograron “llegar a un acuerdo”. Los lideres de las delegaciones de estos países, Harry Dexter White (EE.UU.) y John Maynard Keynes (Inglaterra), se convirtieron en los fundadores del nuevo orden establecido para todo el mundo civilizado.
El principal organismo regulador fue el Fondo Monetario Internacional (FMI), cuyos fondos, recaudados por los miembros de esta organización, se suponía que desempeñarían el papel de una reserva de estabilización, que podría utilizarse en forma de préstamo a países con una economía atrasada. Esta conferencia, también anunció los nombres de las monedas de las reservas mundiales: es obvio que fueron el dólar estadounidense y la libra esterlina. Finalmente, el dólar se respaldó en oro, lo que posteriormente permitió crear paridades sin cambios para otras monedas nacionales.
Los delegados de la conferencia de Bretton Woods, acordaron que el objetivo del trabajo futuro sería convertir todas las monedas del mundo en monedas convertibles (que tengan la capacidad de cambiarse por otras al tipo de cambio apropiado). Esto, a su vez, obligó a los estados a asumir la formación y almacenamiento de reservas internacionales que pudieran ayudar en la implementación de intervenciones en los mercados de divisas.
1947
La América de posguerra, temiendo el fortalecimiento del comunismo en el destruido continente europeo, del lado de los países victoriosos, decidió contribuir al rápido desarrollo de la economía europea. Al mismo tiempo, el objetivo principal fue la recuperación financiera, que permitiría la formación y el mantenimiento del potencial militar de toda Europa. Los Estados Unidos comenzaron a inflar a los estados europeos con dólares, elevando el volumen de pasivos en dólares en estos países, a $10.1 mil millones en 10 años.
1964
El sistema de Bretton Woods fracasó por primera vez: creció el número de monedas convertibles y en 1964 se le unió el yen japonés. Paulatinamente, los Estados Unidos dejaron de controlar el precio estable de la onza de oro, lo que provocó un aumento de la inflación de la moneda nacional. La situación se vio agravada aún más por el gobierno estadounidense, encabezado en aquellos tiempos por el presidente Kennedy, que en muy poco tiempo dio varios pasos erróneos a la vez: la introducción de un impuesto sobre el diferencial del interés, que aumentó los costos generales de los prestatarios extranjeros, así como programas de restricción voluntaria de préstamos, emitidos por contrapartes extranjeros. La consecuencia de todo esto fue la aparición del mercado del euro-dólar.
1967
Se empezó a hablar abiertamente del colapso del sistema de Bretton Woods con su garantía de estabilidad, al devaluarse una de las dos monedas de reserva, la libra esterlina. Esto también se reflejó en la economía estadounidense: las deudas externas comenzaron a aumentar rápidamente en volumen y la balanza de los pagos mostró un déficit, lo que naturalmente condujo al derretimiento de las reservas de oro de los EE.UU., de 18 a 11 mil millones de dólares.
1970
La crisis, ya global, se ve agravada por el hecho, de que los estadounidenses decidieron colapsar el nivel de las tasas de interés, atrayendo así a los prestatarios europeos. Todo esto condujo a una salida masiva de capitales hacia Europa.
1971
Este año fue rico en eventos, que prácticamente enterraron al sistema de Bretton Woods. En mayo de este año, Holanda y Alemania enviaron sus monedas a flotar libremente y en agosto, el presidente estadounidense, Richard Nixon, prohibió la conversión de dólares a oro. El último mes del año, estuvo marcado por una reunión en Washington, DC, donde los principales financieros del mundo, todavía trataban de encontrar una solución para salvar al sistema de Bretton Woods.
Todo lo que se les ocurrió a los participantes de la reunión fue aumentar el tamaño de las desviaciones de las tasas de cambio de las paridades. Pero incluso un increíble 4,5%, para esos tiempos no salvó la situación. Un intento del Bundesbank alemán, de intervenir, arrojando 5 mil millones de dólares (una suma enorme en 1971) al mercado no ayudó a resolver la situación. Otros acontecimientos indicaron una pérdida total de control: las bolsas de divisas europeas y japonesas cerraron, el dólar se devaluó en un 10%. Ante esto, los países desarrollados no tuvieron más remedio que dejar que sus monedas flotaran libremente, es decir, ignorar las paridades establecidas.
1973-1974
La clausura oficial del sistema de Bretton Woods, condujo a la abolición del impuesto diferencial al porciento diferencial y la eliminación del programa de restricción de créditos de los EE.UU. Esto abrió oportunidades atractivas para los traderes, muchos de los cuales pudieron ganar mucho dinero con la especulación en monedas, que no estaban respaldadas por las intervenciones de los bancos centrales. Los especuladores tuvieron poco tiempo, porque cuando las tasas fijas dejaron de existir, se hizo imposible extraer ganancias tan fabulosas. Además, muchos se entusiasmaron tanto, que sufrieron graves pérdidas. Sobre todo, los grandes bancos estadounidenses Franklin National y Bankhouse Herstadt no tuvieron suerte: quebraron por completo.
1976
A partir de este año, los miembros del FMI, finalmente recibieron el Sistema Monetario Mundial, la cual liberó al mundo financiero de los problemas que existían en ese momento. Sus cimientos se sentaron en la Conferencia de Jamaica, que tuvo lugar en Kingston. Esta vez, se aprobaron tipos de cambios flotantes que estaban administrados y el oro dejó de ser un medio para cubrir los déficits en los pagos internacionales. Las monedas nacionales podían actuar como medios de pago y los bancos comerciales comenzaron a controlar la realización de transacciones de divisas.