Las acciones ordinarias representan la propiedad de una empresa y son uno de los principales valores disponibles para los inversores cuando compran empresas que cotizan en bolsa. Este artículo ofrece una revisión en profundidad de las acciones ordinarias, incluidas sus características, ventajas y riesgos potenciales.
Definición y comparación de las acciones ordinarias
Las acciones ordinarias representan una participación en la propiedad de una empresa y otorgan a sus titulares ciertos privilegios y derechos. Los accionistas se benefician del éxito de la empresa mediante la revalorización del capital y el pago de dividendos, así como del derecho de voto, que les permite pronunciarse sobre las decisiones clave de la empresa.
Derecho de voto y gobierno corporativo
Una de las principales ventajas de poseer acciones ordinarias es el derecho de voto que influye sobre las principales decisiones sobre su empresa, como la elección del consejo de administración o la votación sobre fusiones/adquisiciones/políticas/decisiones corporativas, etc. El poder de voto suele ser proporcional al número de acciones poseídas.
Los accionistas ordinarios pueden recibir dividendos cuando parte de los beneficios de una empresa se distribuyen en forma de dividendos; estos pagos varían en función de la rentabilidad y la decisión de la dirección de distribuir beneficios; algunas empresas ofrecen pagos regulares, mientras que otras reinvierten los beneficios en el crecimiento del negocio.
Revalorización del capital y riesgos
Los inversores en acciones ordinarias tienen la posibilidad de revalorizar su capital si el precio de sus acciones aumenta con el tiempo, dependiendo de diversos factores de mercado, tendencias del sector, rendimiento de la empresa o consideraciones de sentimiento. Pero las acciones ordinarias también entrañan riesgos, como la volatilidad de los precios y posibles pérdidas si la empresa obtiene malos resultados, con la consiguiente pérdida de la inversión.
Comparación de las acciones ordinarias con las preferentes
Las acciones ordinarias difieren significativamente de las acciones preferentes, otra forma de participación en el capital. Los accionistas preferentes tienen mayores derechos sobre los activos y los beneficios en general, pero carecen normalmente de derecho de voto; los accionistas ordinarios, en cambio, sí tienen derecho de voto, pero suelen estar por detrás de los preferentes en lo que se refiere al pago de dividendos y las preferencias de liquidación.
Las acciones ordinarias ofrecen a los inversores un instrumento crucial para participar en el éxito de las empresas que cotizan en bolsa, al otorgar derechos de propiedad, posibles ingresos por dividendos y oportunidades de revalorización del capital. Pero al invertir en acciones ordinarias, los inversores deben evaluar cuidadosamente los riesgos asociados, como la volatilidad del mercado o el rendimiento de las empresas; conocer sus características y dinámica es fundamental para tomar decisiones de inversión informadas.