El precio del oro cae por séptimo día consecutivo y se sitúa en mínimos de siete meses.
Las perspectivas de línea dura de la Fed, los elevados rendimientos de los bonos estadounidenses y un dólar USD alcista siguen pesando sobre los precios del metal amarillo.
Además, los jugadores del mercado están utilizando la situación del mercado, donde todavía se puede operar con los activos de riesgo, lo que limita a los compradores del oro.
El precio del oro ha tendido un sentimiento a la baja después de que la Reserva Federal (Fed) advirtiera de que la inflación persistente probablemente atraería al menos una subida más de los tipos de interés antes del final del año en curso, 2023 y reiterara el discurso de las tasas más altas durante más tiempo en septiembre. Por otra parte, los datos macroeconómicos de los Estados Unidos respaldan las perspectivas de un mayor endurecimiento de la política monetaria por parte de la Fed y siguen impulsando al alza a los rendimientos de los bonos del Tesoro estadounidense. Esto, a su vez, impulsa al dólar USD a su nivel más alto desde noviembre de 2022 y aleja los flujos monetarios del metal amarillo, que no ofrece rendimientos.
La trayectoria bajista se mantiene ininterrumpida por séptimo día consecutivo el martes y arrastra al precio del oro al nivel de 1.815$, o su nivel más bajo desde el 9 de marzo durante la sesión asiática. Mientras tanto, el descenso parece no verse afectado por un tono generalmente más débil en torno a los mercados bursátiles, que tiende a beneficiar al metal precioso de refugio seguro. Esto, a su vez, sugiere que el camino de menor resistencia para el XAU/USD es a la baja. Dicho esto, las condiciones de sobreventa extrema en el gráfico diario justifican cierta cautela para los bajistas.
Análisis Técnico:
El precio del oro tiene dificultades para encontrar algún nivel de soporte fuerte en su camino, a pesar de las condiciones de sobreventa que nos ofrece el oscilador estocástico, aunque la falta de interés de compra sugiere que la tendencia bajista aún está lejos de terminar.
Aunque es muy posible esperar a una consolidación a corto plazo o a un rebote modesto, sobre el nivel histórico de soporte de $1810, antes de posicionarse para un nuevo movimiento bajista, con dirección a los $1800 y posteriormente a los $1785.
Por otro lado, cualquier intento de recuperación podría enfrentarse a una fuerte resistencia y quedar limitado cerca de la zona horizontal de $1830-$1835. Sin embargo, una recuperación sostenida podría desencadenar una recuperación de cobertura a corto plazo y elevar al metal amarillo hasta la barrera intermedia de $1860, de camino a la fuerte barrera de $1858-$1860.