La Fed, la deuda pública estadounidense y la crisis del sector bancario.
Si echamos un vistazo a los indicadores macroeconómicos claves, veremos que la mayoría de ellos apuntan a un estado bastante bueno de la economía estadounidense. El indicador de la inflación se desvía fuertemente de la norma, pero por lo demás no hay motivo para el pánico. Por ejemplo, la tasa de desempleo se encuentra en mínimos históricos y el número de solicitudes iniciales de prestaciones por desempleo está aumentando a un ritmo insignificante. Sin embargo, el análisis fundamental complejo va mucho más allá de las estadísticas macroeconómicas. Es necesario tener en cuenta una gran cantidad de factores diferentes y su influencia entre sí.
La tasa de interés clave de la Reserva Federal.
El aumento de la tasa de interés clave de la Reserva Federal de los Estados Unidos es una buena señal para el sector bancario, ya que permite aumentar los ingresos por intereses. Pero al mismo tiempo, las tasas de interés altísimas plantean enormes amenazas.
En primer lugar, una porción significativa de las reservas bancarias consiste en los bonos gubernamentales a largo plazo. Dado que el rendimiento actual es mucho más alto que el de hace 1 o 2 años, la liquidez de una cierta parte de las reservas bancarias ha disminuido considerablemente.
En segundo lugar, es más difícil para las empresas y los particulares pagar préstamos con una tasa de interés alta. En consecuencia, aumentará el número de préstamos problemáticos, lo que a su vez conduce a condiciones más duras para la selección de los prestatarios. En última instancia, la cantidad de préstamos emitidos disminuirá, lo que contribuirá a una disminución de los ingresos, con riesgos crecientes.
El techo de la deuda de los Estados Unidos.
A estos problemas se suma la incertidumbre asociada a la elevación del techo de la deuda estadounidense. A pesar de los claros avances en las negociaciones, todavía no hay un acuerdo oficial. Como resultado, el rendimiento de los instrumentos de la deuda a corto plazo del gobierno de los Estados Unidos actualiza máximos de varios años. Por ejemplo, el rendimiento de los bonos del gobierno con vencimiento a 1 mes alcanzó el 5,88 %, el valor más alto en más de 30 años. Los rendimientos de los vencimientos a 3 meses se acercan a su nivel más alto desde 2001.
La relación es muy importante aquí. El crecimiento del rendimiento de los bonos del Estado reduce drásticamente la liquidez de los que se mantienen en el balance de los bancos en forma de reservas. La lógica es esta: si el banco compró previamente un bono con un rendimiento del 3% y el rendimiento actual de los bonos aumentó al 5,8%, entonces se debe hacer un descuento para vender los bonos comprados previamente. En consecuencia, si en un banco comienza una salida masiva de depósitos, entonces este se ve obligado a vender sus reservas con descuentos, empeorando así la proporción de préstamos a reservas. Esto conducirá a una salida de depósitos aún mayor, aumentando el riesgo de quiebra bancaria. Este año ya ha habido 3 quiebras de alto perfil en los Estados Unidos y una en Suiza.
Por todo ello, es importante llegar cuanto antes a un acuerdo sobre el techo de la deuda de los Estados Unidos, lo que conducirá a una disminución de la rentabilidad de los instrumentos de la deuda de los Estados Unidos. Este es un factor fundamental bajista bastante fuerte para la moneda estadounidense y alcista para los mercados de las acciones, las materias primas e incluso para las criptomonedas.