El oro subió hasta los 2690 $ por onza, mostrando un crecimiento por segunda sesión consecutiva. Los precios se vieron respaldados por un cambio de política en China, donde el Politburó anunció la flexibilización de la política monetaria por primera vez en 14 años, lo que aumentó el interés por los activos de materias primas. El banco central chino también aumentó las reservas de oro por primera vez en siete meses, lo que impulsó la demanda. Un factor adicional de crecimiento fueron los riesgos geopolíticos asociados a la caída del gobierno sirio, que estimularon la demanda de activos de protección.
El crudo WTI cotiza en torno a los 68,1 $ el barril, manteniendo las ganancias tras subir en medio de un empeoramiento de la situación en Oriente Próximo y las promesas de China de aumentar el estímulo económico. La caída del régimen de Assad en Siria se sumó a los riesgos geopolíticos, apoyando los precios. Los planes de China de adoptar medidas fiscales activas y de flexibilización monetaria, que refuerzan las expectativas de crecimiento de la demanda, proporcionaron un apoyo adicional. Los inversores también están a la espera de los datos de inflación de EE.UU., que pueden influir en nuevas decisiones de la Reserva Federal.