Los precios del oro subieron con fuerza, superando el nivel de los 3200 $ por onza, ayudados por la caída del dólar y el aumento de la demanda de activos de protección. Los inversores buscan preservar el capital en un contexto de tensión general e inestabilidad en los mercados de divisas. El creciente interés por el oro también se ve alimentado por la incertidumbre en el ámbito de la política arancelaria internacional, que aumenta el atractivo de los metales preciosos como instrumento de cobertura de riesgos. Desde principios de año el oro muestra una fuerte tendencia alcista, que se debe al interés de los inversores tanto institucionales como minoristas.No hay motivos para vender en el mercado actual. A la hora de comprar hay que tener en cuenta los riesgos de un posible descenso correctivo.