El jueves se espera que el Banco Central Europeo decida sobre una segunda reducción consecutiva de las tasas de interés, la primera en 13 años. Los operadores ya han incorporado esto en los precios del mercado, por lo tanto, la atención principal se centrará en las perspectivas futuras de la política del BCE. Para debilitar aún más al euro, el regulador debe proporcionar señales claras y "dovish" sobre acciones futuras. Hasta ahora, el euro ya ha perdido un 2,4% de su valor en octubre. Además, el mercado anticipa más reducciones de tasas en Europa el próximo año en comparación con los EE. UU. Este hecho ejerce presión adicional sobre la moneda única europea.