En tiempos de inestabilidad en los mercados, los inversores tienden tradicionalmente a transferir sus fondos al dólar como activo seguro. Sin embargo, esta vez, en medio de una fuerte caída de los mercados bursátiles de todo el mundo, han empezado a deshacerse también del dólar. El dólar estadounidense, considerado un activo seguro durante décadas, cayó un 1,7% el jueves pasado, su mayor caída desde noviembre de 2022. Al mismo tiempo, el fortalecimiento de otras divisas frente al dólar plantea retos a los bancos centrales, especialmente en medio de unas previsiones económicas débiles, ya que aumenta el coste de las exportaciones y dificulta la recuperación del crecimiento. Por ejemplo, el euro registró recientemente su mejor comportamiento frente al dólar en más de dos años. Sin embargo, después de que el EUR/USD encontrara resistencia en la zona de 1,1150, las cotizaciones retrocedieron hasta el rango formado anteriormente. El área de 1,0750-1,0950 representa una zona de posible soporte.