Sin embargo, el precio está siendo nuevamente probado por su resistencia después de un intento fallido de reanudar el crecimiento. El contexto general parece indicar que a los participantes del mercado les faltan las bases fundamentales para superar el máximo histórico. Esto podría deberse, entre otros, a la incertidumbre asociada con las elecciones presidenciales de Estados Unidos programadas para el 5 de noviembre. El resultado de estas, en gran medida, podría afectar la política de los Estados Unidos en cuanto a la regulación de los activos digitales. En caso de una disminución del precio, los próximos objetivos se ubicarían más cerca del rango de $60,000 a $61,000.