Después de un intenso debate y días de negociaciones, el Senado de los Estados Unidos finalmente aprobó un proyecto de ley para elevar el techo de la deuda nacional con el fin de evitar un posible default de la economía del país. Esta es una decisión importante con implicaciones de gran alcance para los mercados y activos financieros globales.

Bajo el liderazgo del Presidente del Senado y con un fuerte apoyo bipartidista, el proyecto de ley fue aprobado por una mayoría de 63-36. Este proyecto prevé un aumento temporal del techo de la deuda pública, por un monto suficiente para financiar las obligaciones del gobierno durante los próximos dos años. Esta decisión tiene por objeto prevenir las graves consecuencias de un default. La secretaria del Tesoro, Janet Yellen, advirtió que el default podría ocurrir tan pronto como el lunes.

Uno de los factores clave que generó expectativas e incertidumbre en el mercado, fue la posibilidad de un default en los EE.UU. Esto podría conducir a una rebaja de la calificación crediticia del país, un aumento en el costo del capital de la deuda y una interrupción en los mercados financieros. La aprobación de un proyecto de ley para aumentar el techo de la deuda evita estos riesgos y contribuye al restablecimiento de la estabilidad.

Inmediatamente después del anuncio de la adopción del proyecto de ley, el dólar estadounidense reanudó su declive desde los máximos alcanzados anteriormente. Al mismo tiempo, prestémosle atención al comportamiento no estándar de los mercados. Los rendimientos del Tesoro de los EE. UU. no han disminuido a pesar de una reducción significativa en el riesgo de un default. Al mismo tiempo, el oro reanudó su crecimiento, regresando por encima de $1983. También observamos optimismo en el mercado de valores de los Estados Unidos.

Para explicar esta reacción del mercado, es necesario desplazar la atención de la deuda pública a la política monetaria de la Reserva Federal de los Estados Unidos. El presidente de la Fed de Filadelfia, Patrick Harker, dijo el jueves, que el banco central de los EE. UU. no debería aumentar las tasas de interés en su próxima reunión, incluso cuando la alta inflación está disminuyendo a un ritmo "decepcionantemente lento". Luego de esta declaración, el indicador que refleja la probabilidad de una suba de las tasas cayó fuertemente. Por lo tanto, hubo un debilitamiento del dólar estadounidense y un aumento significativo en los precios del oro. Todo esto también apoyó a los índices bursátiles.